Hello World!
Ya empezó el año nuevo, aunque claro está que es sólo una percepción global, es tan nuevo como el día que nos espera cada mañana. Pero esta sensación de novedad siempre está acarreada de fuerzas renovadas, metas trazadas y la mejor disposición que se puede conseguir dentro de nosotros mismos para poder conseguir nuestros objetivos. A diferencia del espíritu navideño, éste sí suelo compartirlo con el mejor de mis ánimos. Lleno de energía. Quizás sea alguna especie de reconcomio hacia el año viejo o algo por el estilo, pero lo importante es tener una buena actitud, como reza el refrán: A mal tiempo buena cara.
Sin duda alguna es mal tiempo. Mi padre, mi abuela, y mi hermana están en la clínica por motivos totalmente diferentes, y espero que mejoren pronto; se podrían sumar algunas situaciones delicadas y sumamente tensas en mi entorno socio-familiar, que si bien no me involucran directamente, me afecta al ser mis seres más cercanos los involucrados. Cuestionaba junto a una amiga si era un buen cierre del 2012 con mal inicio del 2013, o un mal cierre del 2012 con buen inicio del 2013. No sé si sea un dejávù. Pero no es la primera vez que me siento dentro del ojo de un huracán. Así que no me siento [tan] preocupado como debería.
En esta primera entrada del año quiero comentarles algo un tanto particular que me gustaría comentar a varias personas específicas pero son temas que una vez hablados con alguien ya no motiva hablarlo con otra persona, de modo que lo escribiré aquí y así no dejaré por fuera a quienes quería que lo leyeran.
Recuerdo en la segunda vez que vi la materia de Física I en la universidad que tuve a un profesor fascinante. Él aseveró que muchos pueden ser profesores pero son pocos los que llegan a ser maestros, y concuerdo con él en ello. Lamentablemente vi física I un par de veces más antes de que milagrosamente la aprobara.
En cierta clase el maestro escribió uno de tantos ejercicios en la pizarra y motivó a quien lograra dar de primero con la respuesta. Tras varios minutos de silencio el profesor, al sentir que pasaba tiempo demás, comenzó a quejarse por lo sencillo que era el ejercicio y lo grave que era que no supiésemos resolverlo. Al ver que mis cálculos no eran tan fructíferos como yo esperaba y tanto frustrado por mi ignorancia, levanté la mano desde mi pupitre y le dije al profesor que la respuesta era 10.
El profesor demostró su alegría y me felicitó por la respuesta correcta, todos en el salón voltearon un tanto asombrados y otros hasta indignados al ver que alguien como yo había dado con la respuesta, ya que no era el más listo en esa materia y yo mismo me había encargado de demostrarlo con mis errores a todos mis compañeros en clases anteriores.
Tras ese fugaz instante de satisfacción el profesor vuelve en sí y me pregunta cómo resolví el ejercicio, y tras un segundo de silencio con la mayor sinceridad del mundo respondí: No lo sé.
Cada uno en el salón, incluido el profesor, reflejó en su cara lo que equivaldría a un facepalm. Me preguntó: ¿Entonces cómo sabes que es 10?. Respondí que estaba seguro de mi respuesta, sólo que no sabía cómo explicarlo. Él me dijo que lo había resuelto por intuición, pero que debía aprender a resolverlo con Física.
Lamentablemente mis conocimientos en física no llegaron muy lejos, y los restantes yacen en mi subconsciente tras el cambio de carrera. Pero lo que sí he seguido practicando es mi intuición, y durante muchos años la he usado bajo la excusa de mi Sentido Arácnido en referencia al Asombroso y difunto Spiderman quien cumple sus ¡50 años! -suena música de celebración de programa de los 60- (si Mo~♥ no lo publica, no me entero... qué mal fan soy) y se sigue viendo cual típico adolescente, igual que Barbie... después niegan la existencia de la eterna juventud.
La verdad es que no puedo pasar toda la vida diciéndole Sentido Arácnido, tiene un nombre, es Intuición, y terceras personas han comprobado que no son ideas mías, así que decidí profundizar un poco sobre mi intuición, para controlarla, desarrollarla, y que no sea un vano destello con impredecible aparición. Sin embargo, la única rama de la ciencia que he sabido que habla con propiedad del tema son las Ciencias Oscuras, las cuales van en contra de mis creencias y son ajenos a mis principios, por lo que aparté a un segundo plano de mi mente esa inquietud esperando a que se desvaneciera como muchos de mis caprichos.
En la otra cara de la moneda, al fin y al cabo si le llaman ciencia debe tener teorías, y las teorías se pueden aplicar en diferentes contextos y ser comprobadas. Por ejemplo:
Yo creo que la Evolución es una teoría válida, la adaptación al entorno es sumamente viable, es una teoría que se puede verificar hoy en día en muchísimos contextos, si embargo considero que a pesar de que la teoría de la evolución es válida, no fue esa la respuesta al origen de la vida en la tierra, soy Creacionista y por lo tanto considero que la vida en la tierra fue creada, no evolucionada. Mas no por eso deja de ser una teoría válida, tan válida como la misma teoría de la creación.
Si el ocultismo se hace llamar Ciencias Oscuras entonces sus teorías se podrían verificar en diferentes contextos en los cuales se comprueben. No estoy del todo seguro si expliqué mi punto.
Una mañana dando vueltas en la cama para no levantarme miré de reojo a la biblioteca y encontré un libro que me llamó la atención. Es de lo que había estado dándole vueltas en mi cabeza, y comencé a leerlo. Debo confesar que me gusta la forma de escribir del autor, puesto que está abordado el tema desde el enfoque racional, y [en mi ignorancia] me atrevo a decir que científico; no gasta palabras en los rituales profanos ni creencias erradas sino que explica el trasfondo de ello y cómo la mente actúa en pro de esa información. La mitad del libro es teoría y la otra mitad práctica, cosa que en lo personal me gusta pues amo los libros de teoría y lo supe sólo cuando pasé la mitad del libro.
Me causó curiosidad algunas herramientas que mencionan allí, así que hoy de camino a casa pasé por una tienda Esotérica, primera vez que entro en una (mentira, es como la tercera). Y me acerco a una chica que estaba tras el mostrador, pero de no muy lejos sale un chico con voz algo amanerada y sonrisa peculiar a atenderme, así que para no ser descortés le pregunté a él.
Sólo quería saber el precio de dos objetos, el primero de ellos lo vendían y me pareció algo falso, un mineral, pero no sé de eso así que pregunté por el segundo, uno elaborado. Tras mi segunda pregunta el semblante del chico cambió por completo. Sentí como si le hubiese ofendido, dijo que no vendían eso y casi mecánicamente le pregunté si no sabía dónde podía conseguir uno, como hago en cada tienda que me dicen que no tienen lo que busco; dijo que no sabía y me preguntó para qué lo quería, un tanto asombrado y asustado sin reaccionar mucho, pero notablemente ajeno a la sonrisa con la que me estaba atendiendo hace segundos.
Sentí que había hecho algo malo, que había dicho algo indebido, sentí que primero pedí un vaso de agua y luego un kilo de droga. Respondí que no sabía para qué era, que un amigo me mandó a preguntar, lo cual era mentira, pero me parecía más apropiado que explicar el trasfondo en ese ambiente que se había vuelto incómodo por mi pregunta. Me dijo que no sabía, le agradecí y salí de allí sin mirar atrás.
Tal hecho me hizo reflexionar un poco al respecto, lo primero que me vino a la mente fue una de las leyes de Murphy sobre la gravedad que parafrasea de la siguiente forma:
"Si todos pierden la cabeza a tu al rededor y estás muy tranquilo, entonces no estás al tanto de la gravedad del asunto."
Trataré de ser más cuidadoso al respecto, pues al parecer estoy jugando con fuego; amo jugar con fuego; y eso está mal, el mismo libro recomienda no comentar mucho al respecto para no ser tildado de loco, cosa que no me preocupa pues mientras más me conocen más saben cuán loco estoy, mis amigas más cercanas dan fe de ello.
Hace tiempo aprendí que sólo pueden haber tres resultados en todas las cosas de la vida: Que salga Bien, que salga Mal, y que salga Feo. En este caso si todo sale bien, hasta podría ser telépata o vidente, si sale mal seré a duras penas un simple televidente. Si sale feo puedo quedar poseído por demonios... El libro no lo dice tal cual, pero sé leer entre líneas y confieso que sentí miedo la noche que descubrí eso. Sea cual sea mi caso, les estaré contando al respecto.
Sé que este 2013 será mucho mejor que el 2012 tanto para mí como para todos ustedes, me lo dice mi intuición ;)
Saludos~
_ _ _ _ _
0 comments:
Post a Comment